La Venta de Alfarnate
Se encuentra situada al pie del pico del Chamizo en el kilómetro 7,4 de la A-4152, en un sitio de tránsito en el antiguo Camino Real que separaba Málaga y Granada, por lo que es lugar de paso obligado entre el interior y la costa. Se trataba de una venta donde se hacía el camino de caballerías. Era popular como lugar de paso, para hacer el cambio de aparejos y descansar después de tan larga subida de altitud; sobre todo, se usaba esta localización frecuentemente para echar la noche y así, emprender de nuevo el camino a la Real Chancillería por la mañana, normalmente cuando había que trasladar a presos. Se dice que su fundación fue en el siglo XIII, sin embargo, su actual fábrica se originó en el siglo XVII; documentada al menos desde 1699 en un acta de notaría levantada en Archidona. Está considerada la más antigua de Andalucía de las que todavía quedan en pie, por donde han pasado multitud de personajes históricos, tales como reyes, presidentes del Gobierno, políticos, militares y bandoleros.
Tiene una habitación que fue acondicionada como calabozo, donde pasó una noche el bandido Luis Candelas en 1824. Dentro del recinto de la Venta, había una sala que todavía hoy se conserva, donde los presos que eran trasladados hacia la Real Chancillería de Granada pasaban la noche. Se conserva incluso el grillete que se les ponía en los pies para evitar su huida. También fue utilizada la Venta como parada por el famoso bandolero el Bizco del Borge cuando acudía a visitar a su amante, -mujer casada con un tal Chirrina, vecino de Alfarnate.
A la entrada de la venta, en un mural se recuerda una cita del libro de Efemérides malagueñas de Luis Segalerva que reza textualmente así: “El 21 de abril de 1850 fue robado en esta Venta el correo que iba a Málaga por una partida de 12 hombres armados. Los bandidos demostraron especial empeño en apoderarse de un paquete de causas procedentes de la Chancillería de Granada y los peligros del Gobierno”.Dicen que el bandolero José María «el Tempranillo», llegó un día hambriento a la Venta y pidió a unos hombres que comían “olla”, les dejase participar en ella, a lo que los hombres se excusaron y le dijeron que no tenían cucharas, entonces José María tomando su faca y un trozo de pan al que sacó la miga, la empleó como tal. Cuando terminó de comer dijo que él ahora se comía su cuchara y, por tanto, los acompañantes también y les obligó a dar algunas dentelladas a sus cucharas de madera.Otro inquilino ilustre fue el rey Alfonso XIII que tomó noche y fonda entre sus paredes.Actualmente, esta joya del patrimonio andaluz posee un restaurante y el museo del Bandolerismo Andaluz. Hasta hace una década, su antiguo propietario, el fotógrafo Fernando Nuño, le dio vida como una especie de Casa de Cultura, pues en ella se alojaban actividades como exposiciones de pintura y escultura, artesanía y actividades gastronómicas, como concursos de comer huevos a lo bestia e incluso se celebró el Primer Campeonato del mundo de tiro con honda.